Un batacazo para Sánchez. Ni la UE ni la ONU respaldan el giro del gobierno sobre el Sáhara Occidental.

La diplomacia española vive una caída en picado'. Tras su giro histórico de apoyar a Marruecos en su ocupación del Sáhara Occidental, Madrid no obtuvo ningún resultado y empeoró su posición considerablemente.

España se ''atrinchera'' sola defendiendo el Plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental. Ni siquiera la UE se ha puesto de su lado. 

Por Lehbib Abdelhay 

Bruselas (ECS). - España comienza a pagar su ira descontrolada tras intentar imponer el reconocimiento impuesto por el régimen de Mohamed VI a la comunidad internacional. El gobierno de Pedro Sánchez se ha quedado solo ''atrincherado'' defendiendo una ocupación militar de un territorio pendiente de descolonización, ya que ni siquiera la Unión Europea apoya la decisión tomada en los últimos días por Madrid y que solo ha servido para aislar a los socialista en el gobierno de coalición.

En este contexto, la Comisión Europea ha dado su opinión sobre el giro de España en relación al Sáhara Occidental. Bruselas ha aplaudido el acercamiento de España a Marruecos, tras la de decisión de Sánchez de apoyar el plan de autonomía del régimen marroquí para el Sáhara Occidental. Sin embargo, desde la Comisión Europea han recordado que el estatus de este territorio debe dirimirse en un proceso político acorde con las resoluciones de las Naciones Unidas. "Sobre la posición de España, la Unión Europea saluda los desarrollos positivos entre los Estados miembros y Marruecos en la relación bilateral que benefician la asociación de la UE y Marruecos", ha asegurado la portavoz de Exteriores de la UE, Nabila Massrali, y recoge Europa Press. 

Bruselas insiste en que la cuestión del Sáhara Occidental debe resolverse a través de un proceso político. 

Pedro Sánchez anunció el pasado viernes una "nueva etapa" en la relación con Rabat, tras reconocer en una misiva al rey Mohamed VI que el plan de autonomía para el Sáhara Occidental planteado por Marruecos en 2007 constituye "la base más seria y realista" para lograr una solución a este conflicto. 

En todo caso, la Unión Europea ha recordado que "la solución debe ser política, justa, realista, pragmática, sostenible en el tiempo y mutuamente aceptada". 

Con este giro brusco, el gobierno del PSOE cede al chantaje de Rabat que pedía claridad a Madrid sobre su plan de autonomía para la antigua colonia española. No obstante, este giro ha abierto una grave crisis diplomática con Argelia, que asegura que el Gobierno español nunca le informó de antemano y ya ha retirado a su embajador en Madrid.

La debacle diplomática española evidencia problemas mucho más graves en Madrid que el gobierno se esfuerza en ocultar. Ni siquiera EE.UU o Francia, apoyan su giro sobre la antigua colonia española.

Después del rechazo de la Unión Europea, sus socios en el Gobierno y la oposición española por el giro sobre el conflicto del Sáhara Occidental, la ONU ha reaccionado también al anuncio de Sánchez, y ha dejado claro que el conflicto en la antigua colonia española se debe resolverse en el marco de la legalidad internacional. "El conflicto debe resolverse en un proceso político bajo sus pautas", subrayó, según recoge EFE. 

La ONU ha aclarado que el contencioso debe resolverse con un "compromiso pleno (de las partes) con el proceso político liderado por la ONU", en la primera reacción oficial al anuncio del Gobierno de Sánchez de apostar por el plan de autonomía marroquí como posible solución a la ocupación del Sáhara Occidental.

Stéphane Dujarric, el principal portavoz de la ONU, instó además a todas las partes interesadas a apoyar los esfuerzos del Enviado Personal del Secretario General de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, "destinados a reanudar las negociaciones directas entre las partes en conflicto, Marruecos y el Frente Polisario".

El portavoz de la ONU "reitera la importancia de mantener el pleno compromiso (de las partes) con el proceso político liderado por la ONU, en línea con la resolución 2602 (2021)".

Mientras pide el respeto al derecho internacional en Ucrania y condena enérgicamente a Rusia, Madrid pisotea a los que algún día fueron nacionales con escaños en el Congreso y arrolla con los principios del derecho internacional al apoyar la solución que propone la fuerza ocupante para el territorio que ocupa. Es decir, España apoya, encubre y asiste a un autor de un crimen internacional como es el Reino de Marruecos, al impedir la libre expresión de un pueblo sometido a dominación colonial e inscrito en la Agenda de Descolonización de la ONU desde 1963.

Una decisión enmarcada en su mala interpretación de la política de vecindad con Marruecos, que sin embargo no aplica con su vecino argelino. Guiado por el chantaje migratorio alauí y la guerra híbrida de Rabat por Ceuta y Melilla, Moncloa sucumbió y reflejó visiblemente su pobre capacidad diplomática en la escena internacional, ya reflejada en su gestión actual de la crisis de Ucrania. Una decisión que lejos de solucionar problemas, los multiplica; tensa el Norte de África, se enemista con Argelia y enardece aún más a los saharauis en guerra. Una guerra en continúa fase incremental que por sus implicaciones genera imperativos de seguridad a los países que comparten la cuenca del Mediterráneo y el Atlántico.

El estado español confunde intereses con deberes como potencia administradora de un territorio, y pretende eludir su responsabilidad olvidando las carta que enviaron a la ONU en 1975 exigiendo disuadir a Marruecos para que detenga su invasión del Sáhara Occidental y matizando que el Sáhara Occidental no quedará completamente descolonizado hasta que no se pronuncien sus habitantes.

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