Redacción
Madrid (ECS). - El nuevo Gobierno alemán busca satisfacer las dos partes implicadas en el conflicto del Sáhara Occidental, el Frente Polisario y Marruecos. En un comunicado difundido ayer por el Ministerio de Exteriores, Berlín reafirma su apoyo a una solución justa al problema del Sáhara Occidental. "Las Naciones Unidas están trabajando para encontrar una solución a la cuestión del Sáhara Occidental", agrega el comunicado.
"La posición del gobierno federal a este respecto no ha cambiado en décadas", recalca.
En el mismo comunicado, Berlín reiteró su posición de apoyo a los esfuerzos del Enviado Personal para lograr una solución política justa, sostenible y aceptable sobre la base de la Resolución 2602 (2021) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Pero al mismo tiempo, el nuevo gobierno germano asegura que con la presentación del Plan de Autonomía en 2007, Marruecos realizó una importante contribución a dicho acuerdo (...).
Berlín intenta superar la crisis con Marruecos. El nuevo Ejecutivo del socialdemócrata Olaf Scholz hace un claro guiño a Marruecos en el conflicto del Sáhara Occidental con la intención de resolver la crisis diplomática desencadenada por Rabat en el mes de marzo.
Según El Confidencial, la nueva ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbock (Los Verdes), aprobó un comunicado en el que, tras ensalzar la histórica relación bilateral, hace un claro guiño al reino alauí al destacar que “con su plan de autonomía presentado en 2007, Marruecos aporta una importante contribución a un acuerdo de paz” en el Sáhara Occidental".
Al mismo tiempo, Alemania, que rechaza tajantemente la declaración del expresidente Donald Trump, que en diciembre del año pasado reconoció la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, ha hecho por primera vez un guiño al Plan de Autonomía marroquí para el Sáhara Occidental, la propuesta con la que Rabat busca deshacerse del referéndum de autodeterminación en la antigua colonia española.
La nueva decisión por parte de Alemania es contradictorio. El comunicado afirma que “la posición del Gobierno federal sobre el Sáhara Occidental sigue siendo la misma desde hace décadas”, es decir conforme a la legalidad internacional.
Según opina Ignacio Cembrero en El Confidencial, después de esta posición, y la posterior reacción "positiva por parte de la prensa marroquí afín al Majzén", el comunicado de la cancillería alemana servirá para que Rabat dé por terminada la crisis y obtenga así los 1.200 millones de euros de ayuda alemana al desarrollo apalabrados el año pasado.
En este contexto, el ministro de Exteriores marroquí, Nasser Burita, había afirmado previamente en el Parlamento que las relaciones con Alemania deben basarse en la “claridad y la reciprocidad” y que “requieren acción y esfuerzos”.
La decisión germana llega en uno de los momentos más delicados en las relaciones entre España y Marruecos, y que ha estado marcadas por la crisis migratoria de Ceuta y Melilla. Rabat le importa la decisión de España más que la de Berlín. España es la potencia administradora del territorio, y sus pronunciamientos son muy considerados por la comunidad internacional.
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