
(OPINIÓN). Ha llegado el momento, es la división entre un ayer oscuro y esteril y un hoy doloroso, de duelo, de rabia, pero también de mucha voluntad de luchar, resistir y superar ese sentimiento intenso de tristeza por la perdida de un buen compañero de lucha.
Ha caído el primer mártir, Bani Msaid, de esta segunda guerra de liberación en los feroces combates que vienen desarrollándose estos últimos días en Tweizgui, Buguirba, Tarif Buhinda, y alrededores, con enormes perdidas humanas y materiales en las filas enemigas pero por ahora los está ocultando.
Ha llegado el momento, es la división entre un ayer oscuro y esteril y un hoy doloroso, de duelo, de rabia, pero también de mucha voluntad de luchar, resistir y superar ese sentimiento intenso de tristeza por la perdida de un buen compañero de lucha.
Después de veintenueve años la sagrada e inocente sangre Saharaui ha sido derramada, ha sido vertida para regar la tierra en busca de una paz justa, verdadera y duradera.
Pero antes de todos ésto las puertas del infierno se han visto forzadas por un desalmado invasor, cruel e inconsciente, que no quiso dar oportunidad a una paz en la que ganaremos todos. El Rey de Marruecos y sus consejeros se conforman sólo con ganar todo. Compartir las ventajas de la colaboración y la cooperación en armonía y paz no les interesa.
Pronto se darán cuenta que a partir del 13 de Noviembre 2020 las cosas han cambiado mucho. Ahora toca pagar con vidas, destrucción, asolamiento y devastación.
A Marruecos no le importan las vidas de sus propios soldados, por eso dice ahora que no hay guerra, por muchas muertes y heridos que hayan. Pero a medida que la guerra vaya desarrollándose tocará sectores económicos, espantará a inversiones y a turistas...y llegará el día en que se verá obligado por las pérdidas y la incapacidad de continuar a reconocer la situación en que está.
Nosotros los saharauis parece que nuestro destino, por ahora, es el de luchar, armarnos de paciencia y sacrificio y seguir las buenas estrellas de los antepasados. Hacer del conocimiento del terreno un aliado, movilidad y caer al amanecer cuando da pereza levantarse. Tendremos días buenos, noches maravillosas y amaneceres espléndidos.
Que Dios nos ayude.
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