OPINIÓN | Ahora el tiempo es nuestro aliado.

Madrid, 12 Febrero de 2021. - (ECSAHARAUI)



OPINIÓN

Por A. Abdelaziz Mohamed Said/ECS




Hoy vivimos un salto cualitativo en esta segunda guerra de liberación, después de esta brillante operación e incursión de prueba de unidades del Ejército Saharaui que busca tantear la determinación del enemigo y que ha terminado como un exitoso ejercicio militar y advertencia de que la contienda empieza muy al Norte.



Marruecos sabe y debe recordar que la guerra anterior la hemos ganado justamente estrangulando este paso obligatorio del triángulo Zak- Agha- Tantan. Hecho que obligó a Hassan ll pedir un alto el fuego y aceptar la organización de un referéndum de autodeterminación auspiciado por las Naciones Unidas en el año 1991. Ahora, y después de 29 años, sabemos en qué terminó todo eso gracias a las maniobras de Francia, con la necesaria ayuda española, en el Consejo de seguridad.



Hoy empieza una nueva etapa será cruenta, dura y feroz. Nosotros estamos bien preparados a soportar las inclemencias. Somos conscientes de lo que vendrá los próximos días, meses o años...Lo único que aceptaremos es una retirada de nuestras tierras o exponerse a las consecuencias.

El único responsable de lo que sucederá es la intransigencia y arrogancia del Reino de Marruecos que nos obliga a esta guerra fratricida y su elevado coste en vidas humanas, desarrollo y paz.

Marruecos ganaría mucho más haciendo las paces y desarrollando la cooperación con un país saharaui vecino; pero sus pasados y aún los actuales dirigentes piensan que para mantenerse en el poder y garantizar la estabilidad de su país obliga a buscar conflictos y hacer guerras fuera de sus fronteras. Con cuál de sus vecinos Marruecos no tiene un conflicto? Ninguno.



Nosotros pagamos el tributo de ser la menor población de la región y poseer unas inmensas riquezas.

Quisiéramos que entiendan que hay mayores beneficios y ventajas entre vecinos amigos sin conflictos y nosotros tendemos nuestras manos para una convivencia fructífera para ambos pueblos.

Al otro lado no hay más que el vacío, la destrucción y la muerte. Deben pensarlo mejor. Ellos deciden.

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