Madrid, 30 Noviembre de 2019. -(ECSaharaui).
Redacción Taleb Alisalem/ ECS actualización.
Redacción Taleb Alisalem/ ECS actualización.
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| Bourita y Borrell/ foto de Moncloa |
Llegó a nuestra redacción información confidencial de una fuente fiable que cuenta como se fraguó el presunto plan de lanzar la falsa advertencia de ataques terroristas en los campamentos saharauis para dinamitar los viajes previstos tanto por cooperantes como por personalidades, activistas y políticos en los próximos días para presenciar el decimoquinto congreso del Frente Polisario que se celebrará en territorio liberado del Sáhara Occidental.
Nuestra fuente asegura que en una cena el pasado miércoles día 26 de noviembre en el cuartel general del ejército español de tierra, reunidos el ministro de exteriores marroquí Nasser Bourita junto al ministro de exteriores español Josep Borrel y la ministra de defensa en funciones Margarita Robles, se sugirió a la ministra Robles lanzar el aviso de advertencia desde el Ministerio de defensa española para dar así credibilidad y apoyo a las declaraciones de Borrell.
Presuntamente en esa cena se terminó de detallar el plan para que el jueves día jueves 27 de noviembre a primera hora. Así, desde el ministerio de defensa Español se lanzó el aviso donde alertaba de “posibles ataques terroristas” en los campamentos Saharauis, un día después del comunicado ya lanzado desde el Ministerio de Exteriores donde se desaconseja viajar a los campamentos de refugiados Saharauis, comunicado que fue reforzado por declaraciones de la ministra de defensa Español que aseguró a la prensa tener “información sobre posibles atentadas en los campamentos Saharauis”.
Inmediatamente el Frente Polisario, presente en la zona y primer responsable de la seguridad en los campamentos Saharauis, se mostró sorprendido ante esta “malintencionada advertencia” y “falsa información” según declaraciones de la delegada del Frente Polisario en España, Jira Bulahi, quien aseguró que el gobierno español no les informó absolutamente de nada y que se enteraron de la noticia por la prensa.
Estas advertencias se pusieron desde el minuto uno en tela de juicio ya que todo apunta a que se trata de una campaña de desprestigio y una maquinaria para sembrar el miedo entre los cientos de cooperantes y grupos de españoles que tenían pensado viajar a los campamentos saharauis en los próximos días.
La gravedad de estos hechos deja en evidencia el grado de complicidad de algunos políticos dentro del aparato de gobierno español con el régimen marroquí.
Nuestra fuente asegura que en una cena el pasado miércoles día 26 de noviembre en el cuartel general del ejército español de tierra, reunidos el ministro de exteriores marroquí Nasser Bourita junto al ministro de exteriores español Josep Borrel y la ministra de defensa en funciones Margarita Robles, se sugirió a la ministra Robles lanzar el aviso de advertencia desde el Ministerio de defensa española para dar así credibilidad y apoyo a las declaraciones de Borrell.
Presuntamente en esa cena se terminó de detallar el plan para que el jueves día jueves 27 de noviembre a primera hora. Así, desde el ministerio de defensa Español se lanzó el aviso donde alertaba de “posibles ataques terroristas” en los campamentos Saharauis, un día después del comunicado ya lanzado desde el Ministerio de Exteriores donde se desaconseja viajar a los campamentos de refugiados Saharauis, comunicado que fue reforzado por declaraciones de la ministra de defensa Español que aseguró a la prensa tener “información sobre posibles atentadas en los campamentos Saharauis”.
Inmediatamente el Frente Polisario, presente en la zona y primer responsable de la seguridad en los campamentos Saharauis, se mostró sorprendido ante esta “malintencionada advertencia” y “falsa información” según declaraciones de la delegada del Frente Polisario en España, Jira Bulahi, quien aseguró que el gobierno español no les informó absolutamente de nada y que se enteraron de la noticia por la prensa.
Estas advertencias se pusieron desde el minuto uno en tela de juicio ya que todo apunta a que se trata de una campaña de desprestigio y una maquinaria para sembrar el miedo entre los cientos de cooperantes y grupos de españoles que tenían pensado viajar a los campamentos saharauis en los próximos días.
La gravedad de estos hechos deja en evidencia el grado de complicidad de algunos políticos dentro del aparato de gobierno español con el régimen marroquí.
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