Madrid, 07/08/2018. - ( El Confidencial Saharaui).
Publicado en AMNAT THAWRA.
Opinión de Benda Lehbib Basiri.
Os pongo un poco en situación:
Estudias. Te formas. Creces. Aprendes. Apruebas y suspendes.
Licenciada en Magisterio por la uva. Profesora de árabe en la universidad popular de Palencia. Autora del blog Vivenciasdeunniñosaharaui
En muchas ocasiones deseas tirar la toalla, dar un poco marcha atrás, y en otras tantas pegas un "sprint".
Y es de admirar, ¡créedme!.
Los he visto que llevan media vida en España, te los cruzas, y os aseguro que parece que no han salido de los campamentos. Entablas una conversación con ellos y siempre acabas tirando de anécdotas de pequeñas historias, cuyo único fin es tirar del baúl de los recuerdos.
También los he visto que apenas guardan un vínculo con la causa, y ése no es el problema principal.
Creo, y es mi OPINIÓN sin ir más lejos -respetando todas las demás-, que ahí hemos fallado todos: familia biológica, familia de acogida, y los propios saharauis que se quedan.
Vivir en España no es sinónimo de desvinculación total, sino todo lo contrario. Cojamos al toro por los cuernos, aprendamos de los errores, y hagamos que una experiencia tan positiva sea así para los propios interesados.
Debemos entre todos ayudar, integrar, pero sobre todo y no menos importante, empatizar.
Entiendo que muchas veces vivimos con el problema de "esto me conviene", "esto debería hacerlo, o esto no." Me refiero a los aspectos sociales.
Es complicado de verdad. Por eso quienes estudiamos o en su caso trabajamos, quienes llevan una década o más tiempo en la mochila y aún siguen vinculados a sus raíces, a sus costumbres, etc., tienen ganado el cielo de verdad.
¡Sois unos héroes!.
Estar lejos de nuestra familia. De nuestros amigos. Meternos de lleno en una sociedad totalmente opuesta a la nuestra, con todos sus aspectos tanto positivos como negativos, de todo se aprende de verdad. Quedaros con eso. Estar tan lejos y a la vez tan cerca. Levantarnos por la mañana un día, otro día, un mes, y así unos cuantos años pensando "algún día diré no fue fácil, pero lo conseguí" y lo acabáis consiguiendo.
Desde aquí todos mis respetos, de verdad.
Pero también quería aprovechar estas líneas para recordaros que uno puede estudiar, crecer, aprender, etc. Pero de poco sirve sino tiene en cuenta todo lo que ha recorrido. Todo lo que le ha llevado a estar donde está.
Tomémonos el tiempo de abrazar sin prisa, de disfrutar de una canción. Tomémonos el tiempo de sentarnos a charlar con los nuestros o con otros que aún no conocemos. Tomémonos el tiempo de mirar por la ventana, de disfrutar del camino. Tomémonos el tiempo de gozar de un rato con la familia, con los amigos, con los seres queridos, sin distracciones y sin estrés. Tomémonos el tiempo de recordar a los que ya no están, y dar las gracias por los que siguen aquí. Dar las gracias por todos los que aún están por llegar. Tomémonos el tiempo de vivir lo que la vida nos permite.
¿Sabéis? "Merece la pena quien te la quita", y por eso tomémonos el tiempo de ser curados por estos mismos, y de hacer lo posible por curar también a quienes podamos. Tomémonos el tiempo de hacer de este lugar un lugar mejor. Tomémonos el tiempo de preparar un viaje sorpresa, sí, de ésos que apareces en la jaima y hasta la mismísima arena se sorprende de que estés por allí, solicitar el visado, cargarse de caramelos y hacer las colas infinitas en los mostradores de Air Argelie.
En muchas ocasiones deseas tirar la toalla, dar un poco marcha atrás, y en otras tantas pegas un "sprint".
Y es de admirar, ¡créedme!.
Los he visto que llevan media vida en España, te los cruzas, y os aseguro que parece que no han salido de los campamentos. Entablas una conversación con ellos y siempre acabas tirando de anécdotas de pequeñas historias, cuyo único fin es tirar del baúl de los recuerdos.
También los he visto que apenas guardan un vínculo con la causa, y ése no es el problema principal.
Creo, y es mi OPINIÓN sin ir más lejos -respetando todas las demás-, que ahí hemos fallado todos: familia biológica, familia de acogida, y los propios saharauis que se quedan.
Vivir en España no es sinónimo de desvinculación total, sino todo lo contrario. Cojamos al toro por los cuernos, aprendamos de los errores, y hagamos que una experiencia tan positiva sea así para los propios interesados.
Debemos entre todos ayudar, integrar, pero sobre todo y no menos importante, empatizar.
Entiendo que muchas veces vivimos con el problema de "esto me conviene", "esto debería hacerlo, o esto no." Me refiero a los aspectos sociales.
Es complicado de verdad. Por eso quienes estudiamos o en su caso trabajamos, quienes llevan una década o más tiempo en la mochila y aún siguen vinculados a sus raíces, a sus costumbres, etc., tienen ganado el cielo de verdad.
¡Sois unos héroes!.
Estar lejos de nuestra familia. De nuestros amigos. Meternos de lleno en una sociedad totalmente opuesta a la nuestra, con todos sus aspectos tanto positivos como negativos, de todo se aprende de verdad. Quedaros con eso. Estar tan lejos y a la vez tan cerca. Levantarnos por la mañana un día, otro día, un mes, y así unos cuantos años pensando "algún día diré no fue fácil, pero lo conseguí" y lo acabáis consiguiendo.
Desde aquí todos mis respetos, de verdad.
Pero también quería aprovechar estas líneas para recordaros que uno puede estudiar, crecer, aprender, etc. Pero de poco sirve sino tiene en cuenta todo lo que ha recorrido. Todo lo que le ha llevado a estar donde está.
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Licenciada en Magisterio por la uva. Profesora de árabe en la universidad popular de Palencia. Autora del blog Vivenciasdeunniñosaharauiy miembro de Amnat Thawra
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Por eso tomémonos el tiuempo de apreciar esto, ¡ahora!. Tomémonos el tiempo de agradecer a quienes han estado ahí día sí y día también. Son parte de esto, y sin ellos (hablando desde mi experiencia), no hubiéramos llegado donde estamos, de eso estaros seguros.
Tomémonos el tiempo de abrazar sin prisa, de disfrutar de una canción. Tomémonos el tiempo de sentarnos a charlar con los nuestros o con otros que aún no conocemos. Tomémonos el tiempo de mirar por la ventana, de disfrutar del camino. Tomémonos el tiempo de gozar de un rato con la familia, con los amigos, con los seres queridos, sin distracciones y sin estrés. Tomémonos el tiempo de recordar a los que ya no están, y dar las gracias por los que siguen aquí. Dar las gracias por todos los que aún están por llegar. Tomémonos el tiempo de vivir lo que la vida nos permite.
¿Sabéis? "Merece la pena quien te la quita", y por eso tomémonos el tiempo de ser curados por estos mismos, y de hacer lo posible por curar también a quienes podamos. Tomémonos el tiempo de hacer de este lugar un lugar mejor. Tomémonos el tiempo de preparar un viaje sorpresa, sí, de ésos que apareces en la jaima y hasta la mismísima arena se sorprende de que estés por allí, solicitar el visado, cargarse de caramelos y hacer las colas infinitas en los mostradores de Air Argelie.
Tomémonos tiempo de ponernos la melhfa, de enrrollarnos en lzam, de pelearnos literalmente con los 50°C de calor, y pensar siempre "en el Sáhara no se vive, en el Sáhara se sobrevive". Una verdad como un templo.
Tomémonos el tiempo de vivir y disfrutar de los nuestros, y de todo lo que tenemos, que no es poco, ¡afortunadamente!
Tomémonos tiempo de agarrarnos a lo de aquí y a lo de ahí. Somos unos verdaderos privilegiados, estamos a caballo entre dos mundos totalmente diferentes con la posibilidad de quedarnos con lo mejor de los dos. Hacedlo, y créedme que es lo mejor que podéis hacer.
Tomémonos tiempo de ser críticos con lo que os rodea, es la única forma de que el aprendizaje sea realmente significativo. Llenad la mochila de experiencias, que de eso se trata la vida.
Pero no olvidéis nunca, ni en el mejor de los casos, que ahí de dónde sois, siempre os estarán esperando. Y eso, eso no hay aprendizaje que lo pague. Eso es en mi versión, es la mejor definición de vida.
Tomémonos el tiempo de vivir y disfrutar de los nuestros, y de todo lo que tenemos, que no es poco, ¡afortunadamente!
Tomémonos tiempo de agarrarnos a lo de aquí y a lo de ahí. Somos unos verdaderos privilegiados, estamos a caballo entre dos mundos totalmente diferentes con la posibilidad de quedarnos con lo mejor de los dos. Hacedlo, y créedme que es lo mejor que podéis hacer.
Tomémonos tiempo de ser críticos con lo que os rodea, es la única forma de que el aprendizaje sea realmente significativo. Llenad la mochila de experiencias, que de eso se trata la vida.
Pero no olvidéis nunca, ni en el mejor de los casos, que ahí de dónde sois, siempre os estarán esperando. Y eso, eso no hay aprendizaje que lo pague. Eso es en mi versión, es la mejor definición de vida.
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